Individualismo tiene mala fama porque todavía mucha gente lo confunde con egoísmo. Por suerte, la ciencia ha avanzado a pasos agigantados en los últimos tiempos y hoy sabemos más sobre los seres vivos. El funcionamiento de cuerpo, mente y su interacción con el entorno.
Todo individuo posee cualidades específicas que, en su combinación, lo hacen un ser único. ¿Por qué disimular el carácter? En la sociedad actual triunfa la autenticidad. Quien esconde su verdadera personalidad provoca recelo.
El individuo confía en su instinto, en la sabiduría que acumula en su interior a base de la introspección, reflexionar sobre sí mismo, observar sus reacciones ante circunstancias concretas. Descubrir lo que quiere y lo que más le interesa. Estudiarse; reconocer sus defectos, habilidades y facultades; aprender a utilizar su potencial. Recopilar informaciones internas y externas a fin de autorrealizarse y alcanzar su objetivo mediante su propio esfuerzo.
La prioridad de todo individuo es realizarse, conseguir lo que quiere sin perjudicar los intereses ajenos. Todo ser vivo aspira a vivir bien, lo cual es absolutamente legítimo, además, esto es el fundamento de la evolución. La autoestima juega un papel importante en la evolución, esa chispa de egoísmo saludable tiene la misión de reconocer el peligro y salvaguardar la vida. La autoestima es una cualidad principal en el desarrollo del individuo, promueve la inspiración y la creatividad que le permiten realizar sus objetivos.
El individuo se informa de manera exhaustiva antes de actuar a fin de tomar la decisión correcta. Si falla, se reinventa, se perfecciona y lo intenta de nuevo. El deber de todo individuo es defender sus propios intereses; no obstante, como todos dependemos de todos y de todo, ayudar a defender los intereses de los demás, así como del medio ambiente, también forma parte del interés individual. En este sentido, el orden es lo más importante y además lo más lógico, pues quien nada tiene, nada puede ofrecer. La autoconfianza es otra cualidad primordial de todo individuo que sepa valorarse. La autoconfianza se encarga de motivar al individuo, de aumentar su capacidad de resistencia y de alimentar su aspiración a la perfección y al éxito.
Bajo determinadas circunstancias, a la hora de prestar ayuda a personas particulares en el proceso de su autorrealización o a colectivos que, por ejemplo, defienden la supervivencia en el Planeta; el deber de todo individuo es verificar con antelación todas las informaciones disponibles a fin de detectar fraude, estafa o engaño detrás de las «buenas intenciones» expresadas por los interesados. De otra forma, la ayuda puede ser perjudicial, no solo para quienes el individuo pretendía ayudar sino también para sí mismo.
El colectivismo basado en la cooperación y el respeto de cada individuo es una maravilla a la hora de conseguir entre todos lo que uno solo nunca podría conseguir. Sin embargo, a veces no es fácil distinguir el verdadero objetivo de una acción conjunta. El colectivismo irracional puede ser peligroso.
El colectivismo irracional despoja al individuo de su autodefensa y lo relega a un segundo plano, es decir, invierte el orden de los intereses, estableciendo los intereses comunes en primer lugar y los intereses individuales en segundo lugar. Bajo estas circunstancias, la persona que se une a una acción que ella considera beneficiosa para sí misma y, al mismo tiempo para el colectivo, se olvida paulatinamente de su prioridad y de pensar en sí misma. Por norma general, el colectivismo irracional exige de sus miembros cada vez más, desvaloran el aporte del individuo a la causa común y no le dejan tiempo de recapacitar sobre sí mismo. El resultado es que el individuo se infravalora, pierde autoestima y, con ella, se fuga también la autoconfianza. Estrés, desgaste y depresión es el precio que un individuo mal informado tiene que pagar por su negligencia.
Hasta hace poco, este método se utilizaba también en algunas empresas a fin de adiestrar a la plantilla, obligar al empleado a trabajar más por menos. El resultado de esa política de personal está a la vista. Muchas de esas empresas han desaparecido, otras han reconocido su error a tiempo y han cambiado esas normas, obligados más bien por los pobres resultados en la eficiencia laboral y en las ganancias.
Los jóvenes de hoy día trabajan en primer lugar para sí mismos. Su desarrollo personal y la ampliación de sus conocimientos es su prioridad, después, ponen sus cocimientos a disposición de una empresa que los valore y recompense adecuadamente a su propietario.
El joven del futuro no aspira a un puesto de alto rango, sino a autorrealizarse en un trabajo que le compense, tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista personal. Investigar y experimentar; adquirir nuevas habilidades y competencias; trabajar de manera eficiente y menos horas; cuidar la salud corporal y mental con la finalidad de estar siempre en forma y concentrado en mejorar su calidad de vida; pasar más tiempo con amigos y familia. Las empresas se pelean por este trabajador individualista que trabaja para sí mismo y al, mismo tiempo, contribuye a la expansión económica de la empresa.
También te puede interesar...