Es muy cómodo aferrarse a la costumbre y permanecer siempre en terreno conocido. La seguridad que ofrece la vieja experiencia es al mismo tiempo un freno que impide explorar nuevas ideas o técnicas, otros métodos y horizontes.
Pensar al revés significa preguntarse una y otra vez si ese pensamiento es correcto, si se tienen en cuenta todos los factores influyentes; o sea, reflexionar conscientemente sobre un asunto desde diferentes puntos de vista, esforzarse por encontrar varias formas distintas de barajar los pensamientos. El premio es salir de la rutina y aprender a gestionar la vida de manera más fácil y eficaz.
Pensar al revés elimina prejuicios y falsas impresiones
Todas las equivocaciones tienen su origen en sugestiones que el inconsciente admite sin comprobar su veracidad. Estos prejuicios conducen a una cadena de ideas falsas sobre las cuales el individuo construye la estructura de su pensamiento. Esto ocurre constantemente a todo el mundo, nadie se salva de interpretar una noticia o un gesto de manera subjetiva. Con frecuencia, el individuo tiene una idea equivocada de sí mismo; de la impresión que causa a los demás; de sus circunstancias; de sus amigos; de su entorno. Por ello es tan importante dudar, revisar y verificar los propios pensamientos; es decir, pensar al revés.
Empezar por uno mismo
Recapacitar sobre la propia personalidad y el posible origen de sentimientos y emociones conduce al individuo a reconocerse, tener una idea de sí mismo más cercana a la realidad, de forma que acepte su verdadera identidad, o bien, cambie aquello que no le guste o no le interese. Este proceso se debe repetir diariamente, pues la cantidad de informaciones que se cuelan en el inconsciente cada minuto es descomunal y todas deben ser procesadas a fin de evitar prejuicios.
Cambiar los aspectos negativos o contraproducentes de la propia personalidad requiere una profunda atención, el individuo debe ser consciente en todo momento de lo que persigue y tener en cuenta que es un lento proceso de adaptación. No se trata de tirar por la borda todas las experiencias acumuladas hasta el momento, todo lo contrario, se trata de aplicar esas experiencias a nuevas aventuras y ampliar horizontes. Lanzarse a lo desconocido, atreverse a sobrepasar las propias fronteras, vencer la comodidad del sofá.
Paso a paso, el individuo va descubriendo un potencial inagotable a su alcance. Percibe la creatividad que lleva dentro y aprende un nuevo hobby con el que dar rienda suelta a esa fuente de inspiración (fotografía, pintura, música). O descubre su interés por un tema científico y recopila incansablemente informaciones a fin de profundizar sus conocimientos. O aprende idiomas, viaja, conoce otras culturas y entabla relaciones con nuevas personas.
Muy importante para una persona es el revisar los objetivos que se ha propuesto conseguir y constatar si todavía son actuales, si hace todo lo que puede por alcanzarlos o los ha olvidado en un rincón de la mente. A raíz de esta comprobación, toda persona debe reivindicar su decisión diariamente, o bien, cambiar sus objetivos por otros que le aporten mejores beneficios.
Pensar al revés sobre el entorno es la base de comprensión y empatía
Reflexionar sobre la relación con familiares y amigos. Intereses comunes, comunicación, conflictos. Tener claro si la relación es constructiva y ayuda al individuo a crecer y desarrollarse; a sentirse bien y seguro; a progresar y mejorar. O si, por el contrario, en la relación existen malentendidos que con frecuencia le causan pesadumbre y malestar.
Cuando una persona piensa al revés le resulta más fácil entender la actuación de la parte contraria, de forma que cada cual comprende mejor el punto de vista del otro. Pensar al revés conduce a reducir la negatividad y los prejuicios, así como a mejorar la comunicación entre las partes.
Averiguar el origen de conflictos y problemas con el entorno, en vez de aceptar tal cual las circunstancias, es otra vía de pensar al revés. El individuo recapacita sobre su implicación en un conflicto con personas queridas, la parte que le toca resolver y la mejor forma de llevarla a cabo mediante empatía, respeto y tacto. Por otra parte, la persona se encarga de buscar una manera creativa de eliminar los conflictos definitivamente y, si esto no es posible, cortar la relación que produce malestar e inseguridad.
Todo individuo debe asegurarse de que toma sus propias decisiones. En ocasiones, un individuo toma inconscientemente sus decisiones siguiendo la pauta de los demás porque es eso lo que se espera de él. Esto lleva a la pérdida de autenticidad, a dar una imagen falsa de sí mismo y, además, crea conflictos personales internos. La solución es pensar al revés y decidir según el propio criterio a fin de defender sus intereses e ideas.
Pensar al revés y renacer
Pensar al revés permite al individuo olvidarse de ayer, reinventarse cada día de nuevo y enfocar el futuro libre de prejuicios y lastres.
Todo individuo debe preguntarse diariamente:
Responder estas preguntas y, sobre todo,
identificar el motivo de las respuestas permite al individuo pensar al revés sobre la imagen que tiene de sí mismo, mejorarla y empezar una nueva vida cada día. Cuando una persona se conoce bien, está satisfecha con ella misma y se identifica con su personalidad; lo tiene fácil para armonizar con su entorno.
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